MEXICO (AP) - Un equipo de forenses argentinos determinó que ninguna
evidencia biológica y física permite concluir que 43 estudiantes
desaparecidos en 2014 en el sur de México fueron quemados en un
basurero, como aseguró el gobierno federal inicialmente.
En un informe divulgado este martes, el Equipo Argentino de
Antropología Forense (EAAF) señaló que en el basurero de la
municipalidad de Cocula ocurrieron múltiples incendios en diversos
momentos y que si bien lograron identificar restos óseos de por lo menos
19 personas, no tienen evidencia de que correspondan a los estudiantes
de la Normal Rural de Ayotzinapa.
Este es el segundo reporte que rechaza la principal conclusión que el
gobierno mexicano presentó aproximadamente hace un año sobre lo
ocurrido a los alumnos, quienes la noche del 26 de septiembre de 2014
fueron detenidos en la ciudad sureña de Iguala por policías municipales y
ya no se supo más de ellos.
En septiembre, expertos de la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos aseguraron que tras encargar un peritaje independiente de lo
sucedido en el basurero de Cocula, una localidad vecina a Iguala, se
estableció que no pudieron haber sido quemados ahí los jóvenes.
La desaparición de los estudiantes ha sido uno de los golpes más
fuertes que ha sufrido el presidente Enrique Peña Nieto, quien asumió en
diciembre de 2012 y ha tenido que reconocer que es una de las causas de
la desconfianza social actual hacia su gobierno.
Tras el informe de los expertos de la Comisión Interamericana, el
gobierno anunció que encargaría otro peritaje para analizar lo que
sucedió en el basurero, lo cual no ha ocurrido hasta ahora.
El informe del EAAF, cuya elaboración tomó más de un año, incluyó un
análisis multidisciplinario de diversos elementos encontrados en el
basurero, como restos óseos, plantas, excremento, insectos, rocas,
vidrios, casquillos y neumáticos. También se analizaron fotografías
satelitales.
La conclusión de los argentinos es que en el lugar hubo múltiples
incendios de diversa intensidad a lo largo de años, pero ninguno de las
dimensiones necesarias para quemar a 43 personas.
A principios de 2015, el entonces procurador Jesús Murillo Karam dijo
que las investigaciones oficiales habían dado con la “verdad histórica”
de lo sucedido: los estudiantes, dijo, fueron detenidos por policías
municipales y entregados a un grupo del narcotráfico que los calcinó en
el basurero de Cocula y luego lanzó las cenizas en bolsas a un río
cercano.
Hasta ahora las autoridades han dicho que se ha identificado a dos
estudiantes a partir de restos encontrados en las bolsas: Alexander Mora
y Jhosivani Guerrero, aunque sólo con el primero se logró una
identificación plena vía ADN.
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