MADRID, España. (elmundo.es). -No toda pornografía es mala, señalan
los expertos; todo depende de su uso y sus fines. Sin embargo, son
muchos los estudios que han relacionado un consumo determinado de
pornografía en jóvenes y adolescentes con futuros problemas erección.
Pero no existe aún una clara evidencia científica como constatan los
expertos. Asociar estos problemas con juventud no es algo tan
escandaloso como se piensa. La disfunción eréctil (DE), más conocida
como impotencia sexual, no sólo es cosa de la edad, ya que uno de cada
cuatro hombres con este problema es menor de 40 años, según confirmó un
estudio europeo.
En
España, la DE afecta a más de dos millones de varones, y a pesar de que
no hay cifras concluyentes en población joven, se estima que entre un
5-10% de los hombres con este problema es menor de 40 años. Uno de los
factores de riesgo de esta disfunción es la edad, pero en otros casos,
¿qué puede haber detrás de los problemas de erección? ¿Pueden radicar en
el consumo elevado de pornografía como han afirmado algunas
investigaciones?.
Diversos estudios han sugerido una relación directa entre el
consumo de pornografía y futuros problemas de erección, dando como
razón principal que este tipo de contenidos puede llevar a
interpretaciones equívocas de cómo son realmente las relaciones
sexuales. Un ejemplo de estos estudios es el realizado en 2013 por
investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) y publicado
en la revista The Journal of Sexual Medicine. El trabajo revelaba que,
efectivamente, existía una asociación directa entre el consumo de
pornografía y los futuros comportamientos sexuales de los jóvenes, pero
advertía de que éste era sólo un factor más.
Sin embargo, no todos los estudios han llegado a las mismas
conclusiones. Un reciente trabajo, publicado el pasado mes de mayo
también en la revista The Journal of Sexual Medicine, mostraba en cambio
que no existe relación alguna entre el consumo de pornografía y los
posibles futuros problemas de erección: «La evidencia empírica para
dicha asociación carece actualmente de fundamento», afirmaban en el
documento los autores del estudio, investigadores del Departamento de
Sociología de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la
Universidad de Zagreb (Croacia).
Para el doctor Eduardo García, urólogo del Hospital Clínic
de Barcelona, «no existe una relación científica entre el uso de
pornografía y la aparición de problemas de erección». Y añade que
algunos estudios epidemiológicos han sugerido que llevar estilos de vida
poco saludables, el abuso de sustancias, el estrés, la depresión y la
desinformación son los factores que de manera más probable se encuentren
detrás de las disfunciones sexuales masculinas.
Por su parte, el psicólogo experto en sexualidad y pareja,
José Bustamante, vicepresidente de la Asociación de Especialistas en
Sexología y autor del libro ¿En qué piensan los hombres?, afirma que «un
uso compulsivo y exclusivo de pornografía sí puede llegar a generar
interferencias en la respuesta sexual, tanto dificultades para controlar
la eyaculación como impotencia».
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