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DOMINICANOS EN NUEVA YORK INDIGNADOS POR PRONÓSTICOS ERRADOS SOBRE LLAMADA TORMENTA INVERNAL HISTÓRICA

Por Ramón Mercedes
Nueva York.- La nevada de niveles históricos fue solo una falsa alarma, no resultó ser tan, al menos en esta ciudad, que solo cayeron unas seis pulgadas, y el Servicio Nacional de Meteorología había advertido que era la peor tormenta invernal en esta urbe, la cual por sus efectos devastadores sería “histórica”, pero resultó todo en un fiasco, mientras tanto, si afectó a Long Island, Connecticut, Rhode Island y Massachusetts, pero tampoco como se esperaba.
Durante un recorrido que este reportero hiciera durante la mañana de este lunes por Manhattan y El Bronx, pudo comprobar que  los dominicanos se sienten indignados por el errado pronóstico, que lo había obligado a hacer inversiones extras que estaban fuera de su presupuesto. Compraron sal, palas, entre otras herramientas, y el doble de los alimentos, como medida de prevención.
Más de un millón de criollos residentes en Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Pensilvania se vieron afectados por esa “falsa alarma”, se ha informado.
Hoy los quisqueyanos en La Gran Manzana dicen sentirse indignados; sobre todo al ver cómo ahora aparece el meteorólogo Gary Szatkowski, quien está a cargo de la oficina del Servicio de Nacional de Meteorología en Mt. Holly, Nueva Jersey, pidiendo perdón. “Mis más profundas disculpas para muchos que han tenido que tomar decisiones clave y muchos otros miembros del público en general”, expresó el funcionario del tiempo en Estados Unidos.
Pero los afectados quieren algo más que eso. Esperan que Szatkowski, al igual que los otros responsables de la falsa alarma, sean destituidos de esas funciones, porque con todos los equipos avanzados a su disposición, modernos, recursos humanos y económicos a manos cometen un error de esa naturaleza, lo podrían cometer otra vez, y luego a pedir perdón nuevamente, teniendo la ciudad pérdidas multimillonarias en dólares por sus desaciertos.
La falsa alarma emitida por Meteorología fue de tal magnitud que los gobernadores de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut llegaron a pronosticar que la tormenta “Juno” “podía ser una cuestión de vida o muerte”, como lo proclamó el gobernador Andrew Cuomo. Mientras el alcalde de la Metrópoli, Bill de Blasio, llegó a manifestar "podría ser la mayor tormenta de nieve en la historia de esta ciudad; los neoyorquinos deben prepararse para algo peor de lo que hayamos visto antes", y sugirió dejar el trabajo tan pronto como sea posible antes que la nieve comenzara a caer.
Tal fue el grado de alarma, que las vías de conexión entre Nueva York y Nueva Jersey, incluidos los túneles Lincoln, Holland, los puentes George Washington, Goethals,  Bayona, y Outerbridge Crossing, fueron cerrados; también las escuelas, los aeropuertos JFK y La Guardia, y varios miles vuelos fueron suspendidos en Nueva York, Nueva Jersey, Connecticut y Filadelfia.

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