REPÚBLICA DOMINICANA.-La Asociación de Empresas Industriales de Herrera y
Provincia Santo Domingo (AEIH) abogó porque no se demore más un ajuste
salarial racional, que tome en cuenta la pérdida del poder adquisitivo
de los trabajadores sin exacerbar la inflación ni afectar la continuidad
de las empresas.
El reajuste propuesto es para los empleados públicos y privados.Las principales entidades sindicales anuncian una serie de acciones para lograr ese objetivo.
“Debemos agilizar la aprobación del aumento
salarial deponiendo las posiciones extremas, siendo realistas y
reconociendo que el estancamiento de los salarios es un gran escollo
para reducir la pobreza”, sostuvo la AEIH en su declaración semanal para
la prensa.
El presidente de la organización Antonio Taveras
Guzmán consideró, sin embargo, que la gran meta debe ser lograr un
salario real de calidad, por lo cual se requieren reformas estructurales
que hagan más competitivo el mercado.
Explicó que los incrementos nominales de salarios
serán soluciones conyunturales mientras no se ejecuten reformas que
contribuyan con el desarrollo económico e institucional para impactar
directamente en la calidad de vida de los ciudadanos y en la reducción
de la pobreza.
“Es una tarea pendiente lograr que tasas de
crecimiento, como la que tuvimos en 2014 de un 7%, acompañada por baja
inflación, se derramen en la población, reduciendo la inequidad y
generando movilidad social y económica”, apuntó.
Taveras Guzmán indicó que el ajuste racional de
los salarios podría activar el consumo, elevar las ventas, los niveles
de producción y crear un círculo virtuoso donde el Estado reciba mayores
tributos para elevar el gasto social.
“Pero debemos dar pasos más adelante. Necesitamos
reformas profundas en las áreas tributaria, eléctrica, laboral y,
especialmente, regular la competencia en el mercado para que la economía
sea menos costosa y el salario no ande siempre a la zaga”, subrayó el
presidente de la AEIH.
Indicó que, por falta de esas reformas
estructurales, una parte importante de los ingresos de los trabajadores
se diluye en adquisición de bienes y servicios caros, malos, ofrecidos
tanto por el Estado como por los carteles y oligopolios que operan en
el sector privado sin que les sean aplicadas normas de ordenamiento del
mercado.
El presidente de la AEIH comentó que no es causual que mientras en el país el salario mínimo real ha
disminuido a razón de -0.7 en los últimos años, la media de América
Latina ha experimentado un aumento de 4.7%.
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