WASHINGTON, 25 noviembre (EFE).- La economía
estadounidense creció a un ritmo anual del 3,9 % en el tercer trimestre,
por encima de los pronósticos, y consolida un repunte continuado en los
últimos seis meses, en los que se expandió con una fortaleza no vista
desde 2003.
Esta segunda estimación del Departamento de
Comercio superó el 3,5 % calculado previamente y sorprendió también a
los analistas, que habían apostado por una tasa anual de crecimiento del
3,3 %.
En el segundo trimestre del año, el ritmo de
crecimiento fue del 4,6 %, frente al 2,1 % de contracción registrado en
el primero a causa de un inesperadamente largo y frío invierno.
El gobierno estadounidense, que ha hecho de la recuperación económica una de sus prioridades, celebró el nuevo dato.
"Desde el final de la crisis financiera, EE.UU. ha
avanzado de manera más fuerte que la mayoría de otros países del mundo,
y la reciente cifra subraya que la economía estadounidense continúa
liderando la recuperación global", aseguró Jason Furman, director del
Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca.
De acuerdo con un comunicado del consejo, el
crecimiento vino dada principalmente por el gasto de los consumidores y
la inversión empresarial, y abre la puerta a mayores subidas dado que
los consumidores representan dos tercios de la actividad económica y se
aproxima la temporada navideña de ventas.
El gasto de los consumidores creció un 2,2 %,
frente a la estimación inicial del 1,8 %; mientras que la inversión
empresarial lo hizo un 10,7 %, por encima de la previsión del 7,2 %.
A esto contribuyen los bajos precios de la
gasolina en EE.UU., que se encuentran por debajo de los tres dólares el
galón (3,7 litros) y en mínimos desde 2010, y permite a los
estadounidenses dedicar más parte de su presupuesto a otros gastos.
Frente a esto, las exportaciones se incrementaron
un 4,9 % entre julio y septiembre, menos del 7,8 % de la primera
estimación y del 11,1 % registrado en el segundo trimestre del año.
Esto responde a la ralentización económica global,
arrastrada por la desaceleración de economías emergentes como China o
Brasil y la fragilidad que aún muestran las economías de Japón y la zona
euro.
Frente a ello, Estados Unidos, la primera economía
mundial, parece preparado para expandirse principalmente gracias al
impulso de la demanda interna.
Los mercados recibieron la noticia con buenos ojos
y Wall Street abrió con ganancias con el Dow Jones de Industriales, su
principal indicador, con un alza de un 0,16 % animado por el dato del
Producto Interno Bruto (PIB).La mejoría economía también se ha reflejado en el
mercado laboral en EE.UU., cuya tasa de desempleo se ubicó en octubre en
un 5,8 %, la más baja desde julio de 2008.
Asimismo, este nuevo dato positivo añade presión
sobre la Reserva Federal (Fed), que en octubre cerró el programa de
estímulo monetario a través de la compra de bonos, y ha adelantado que
contempla la subida de los tipos de interés de referencia, actualmente
del 0 % al 0,25 %, para algún momento de 2015.
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