Por Ramón Mercedes
NUEVA YORK.- La policía de esta ciudad está ofreciendo una
recompensa de 500 dólares a todo aquel que denuncie y conlleve al arresto y
condena de las personas haciendo graffiti en lugares público, y el vecindario
dominicano del Alto Manhattan está invadido.
La uniformada expresa que si
alguien ve una o varias personas haciendo graffiti, lo que es considerado como
un acto vandálico, debe comunicarse con el oficial de Asuntos Comunitarios del
precinto policial más cercano, o llamar al 911, y si conoce que alguien lo ha
hecho en el pasado, puede obtener la misma recompensa compartiendo esa
información con la institución.
En el lenguaje común, el grafiti
es el resultado de pintar textos abstractos en las paredes de manera libre,
creativa e ilimitada con fines de expresión y divulgación donde su esencia es
cambiar y evolucionar buscando ser un atractivo visual y con un alto impacto,
como parte de un movimiento urbano revolucionario y rebelde siendo una de las
cuatro partes de las ramas del hip hop. Su origen se remonta a las
inscripciones que han quedado en paredes desde los tiempos del Imperio romano,
especialmente las que son de carácter satírico o crítico.
En 1994, se creó en La Gran
Manzana la Anti-Task Graffiti Force, (Grupo de Trabajo Anti-Graffiti de la
Alcaldía) con el propósito de "informar a las personas sobre el impacto
negativo de la actividad, y ese mismo año, también se prohibió la venta de
aerosoles a personas menores de 18 años.
La ley 10-117 sobre Derecho
Penal, estipula que los dueños de negocios y los arrendadores deberán remover el
grafito de sus edificios dentro de 60 días de su apariencia, o enfrentar multas
de hasta 300 dólares; además establece que ninguna persona podrá escribir,
pintar o dibujar cualquier inscripción, figura o marca de cualquier tipo en
edificio público o privado u otra estructura la ciudad.
Asimismo, el vandalismo en Nueva
York se establece en el nivel más bajo, que viene siendo el cuarto grado bajo
el Código Penal 145, que cubre daños a la propiedad de hasta US$250, y una
violación se castiga como delito menor de clase A, penado con multas y hasta un
año de encarcelamiento.
El de tercer grado, bajo la
sección 145.05, cubre entre US$250 y US$1,500 y se castiga como felonía de
clase E, que acarrea también un mínimo de un año de encarcelamiento y multas.
Mientras que el de segundo grado, bajo la sección 145.10, cubre daños por
encima de los US$1,500, y es una felonía de clase D, penada con hasta cinco
años de encarcelamiento y multas.
Y el de primer grado es cuando la
propiedad ajena es destruida mediante el uso de explosivos bajo la sección
145.12. Se trata de daños a la propiedad ajena en el primer grado bajo la ley,
y se castiga como felonía de clase B, con hasta 25 años de encarcelamiento,
incluyendo multas.
La ley de Nueva York aumenta las
sentencias en caso de que el infractor tenga una condena por un delito
anterior. Por ejemplo, un delincuente con una condena previa de clase B se
enfrentará a 25 años de encarcelamiento bajo el cargo de daños a la propiedad
ajena en el primer grado.
Es paradójico que una de las
ciudades que vio nacer el graffiti como medio de expresión y técnica artística,
sea una de las más restrictivas para su creación en la actualidad. El poco
presupuesto que existió para erradicarlo durante su proliferación en los años
60 y 70 hizo que el graffiti tomara rápidamente la capital del mundo, a través
de sus líneas del metro. En los ochenta, la actividad comenzó a asociarse con
pandillas y crimen, y en 1984 se creó el primer programa para su erradicación.
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