SANTO DOMINGO.- La Asociación de Importadores de Armas de la República Dominicana
definió este miércoles como “muy acertada y oportuna” la afirmación del Ministro de
Defensa en el sentido de que el98 por ciento de los crímenes cometidos en el
país son con armas ilegales y dijo que “eso obliga levantar la prohibición que
nos impide importar ese tipo de artefacto”.
Un comunicado de prensa dice que “el decreto 309-06, que
prohibió la importación de armas de fuego, ha creado un amplio mercado negro,
porque en este momento no hay ningún control alguno ni se supervisa a nadie”,
al tiempo de indicar que “por eso apoyamos las declaraciones del Almirante
Sigfrido Pared Pérez, a los fines de que esa medida sea levantada por el Poder
Ejecutivo”.
“La sociedad dominicana, a partir de 2006, se ha visto expuesta a un tráfico mayor de armas,
esto como consecuencia de que no es
necesario agotar ningún procedimiento para un arma pasar de una mano a otra,
distinto a lo que ocurría antes de ser emitido ese decreto”, agregó la entidad.
Manifestó que antes ser emitido el decreto una armería
importaba
y vendía una arma, está “era registraba a
nombre del comprador, quien era sometido a un proceso de depuración vía las
instituciones policiales y militares”, tras indicar que “la única forma que
tenía el comprador de traspasar dicha arma a otra persona era agotando un
proceso de traspaso en el que se depuraba al siguiente comprador”.
Sostuvo que las armas ilegales, “como no están registradas a nombre de
nadie, pasan de una mano a otra sin mayores consecuencias, terminando
usualmente en manos de delincuentes”, lo que la entidad describe como
“altamente delicada para la seguridad nacional”.
“Una persona para defenderse a sí mismo o defender sus bienes
decide adquirir un medio de defensa como un arma de fuego y se ve
obligado a tener que adquirirla ilegalmente por no existir otro medio legal.
Eso está poniendo en riesgo a toda la sociedad, porque nadie tiene control de
donde ésta dicha arma, a quien pertenece y donde va a parar”, declaró.
Manifestó que “las armas así adquiridas tienen un altísimo
riesgo de terminar en manos de delincuentes porque los que las importan o
compran terminan queriendo deshacerse de ellas por el mismo hecho de ser ilegales.
Aún cuando quien en principio propiciará su importación fuera una persona de
bien que solo quería un medio de defensa o disuasión”.
0 Comentarios