SANTO DOMINGO, 23 abril (EFE).- La República
Dominicana es más vulnerable al fraude electrónico que otros países de
la región porque es el mercado de mayor aumento en cuanto a consumo de
tarjetas de crédito, explicó este miércoles José Luis Vargas, director para el
Caribe de FICO.
El experto hizo el señalamiento durante un encuentro
exclusivo de la industria de servicios financieros caribeña para
combatir el fraude en las instituciones financieras que tuvo lugar hoy
en Santo Domingo y que organizo FICO, empresa que desarrolla modelos
analíticos que detectan y predicen el fraude, entre otras actividades.
Entre los asistentes se encontraban responsables
de áreas de fraude, riesgos y seguridad del Banco Popular, Banco León,
BHD o Banco del Progreso, entre otros.
El fraude en el comercio electrónico en América
Latina y el Caribe alcanza los 430 millones de dólares al año y las
compañías a nivel global pierden 3,5 billones de dólares por fraude
anualmente.
Por otro lado, el director para el Caribe de FICO
comentó que el fraude que se comete con mayor frecuencia en toda
Latinoamérica y el Caribe son las transacciones internacionales.
En este sentido, explicó que "te roban la
identidad en tu país o en otro en el que estás viajando y luego hacen
los consumos en un país donde es común que se hagan compras de grandes
montos para que no haya verificación".
Durante el encuentro, José Luis Vargas apuntó que
República Dominicana no cuenta con la infraestructura tecnológica que
tiene Puerto Rico para prevención de fraude, por lo que se vuelve más
vulnerable.
"No hay otro país que tenga el parque de tarjetas
de crédito y débito que tiene la República Dominicana", por lo que está
muy expuesta a los defraudadores, explicó Vargas.
"Donde crecen las tarjetas de crédito es donde atacan los defraudadores", opinó Vargas.Tanto es así que un 40 por ciento de todos los fraudes financieros está relacionado con tarjetas de crédito.
El mercado dominicano de tarjetas crece a un ritmo
de 18 por ciento anual, de los cuales el 85 por ciento corresponde a
crédito y el 15 por ciento a débito, con las cuales se producen 54
millones de transacciones.
En este sentido, señaló que los defraudadores
están viendo como en los últimos años crece el mercado y que se han
automatizado los procesos, y esto hace que haya más exposición a los
defraudadores.
"Es muy cómodo poder hacer banca online a través
de tabletas y el teléfono pero eso ha abierto mayores puertas para los
defraudadores", dijo.
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