SEÚL, 17 abril (EFE).- Corea del Sur vivió vive este jueves la
angustia y frustración por el escaso progreso de las labores para rescatar a
los 287 atrapados bajo el mar en el buque Sewol, que prácticamente se
dan por muertos, mientras los familiares de las víctimas han descargado
su ira contra el Gobierno.
De los 475 pasajeros del transbordador, 179 han
sido rescatados, mientras que nueve han fallecido y 287 permanecen
desaparecidos, confirmó un portavoz de la Guardia Costera que compareció
ante la prensa a las 19.00 hora local (10.00 GMT).
Las cifras oficiales han permanecido invariables
durante toda la jornada posterior al accidente para desesperación de los
familiares de las víctimas y para frustración generalizada en la
opinión pública de un país que está viviendo una de las mayores
tragedias humanas de su historia.
Más de 500 buzos trataron sin éxito de penetrar en
la nave hundida y los trabajos quedaron suspendidos por las fuertes
corrientes y la nula visibilidad de las aguas sobre el suelo fangoso
donde reposa volcado el Sewol, a 30 metros de profundidad, explicó el
portavoz.
La dificultad para llevar a cabo el rescate, el
largo tiempo transcurrido desde el hundimiento en la mañana de ayer y la
baja temperatura de las aguas al suroeste del país han desvanecido casi
por completo las esperanzas de hallar supervivientes.
En todo caso, el portavoz de la Guardia Costera
adelantó que mañana llegarán grúas marinas al lugar para tratar de
remontar el ferri, del que solo emerge a la superficie una pequeña
porción de la parte delantera del casco.
Un total de 325 estudiantes de bachillerato, de
entre 16 y 17 años, viajaban en el barco y la mayoría de ellos figuran
entre el número de desaparecidos.
Sus familiares, concentrados en un polideportivo
de la cercana ciudad costera de Jindo, fueron tornando su esperanza en
frustración a medida que transcurría sin avances esta tensa jornada
hasta recibir con gritos y protestas al primer ministro, Chung Hong-won,
y la presidenta, Park Geun-hye.
"Si hubiera sido tu hijo habrías hecho algo más",
increpó al primer ministro uno de estos padres indignados, que acusan al
Gobierno de gestionar mal el rescate al salvar solo a 179 pasajeros en
dos largas horas de naufragio y levantar falsas esperanzas con continuos
datos erróneos durante toda la jornada de ayer.
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