El
Movimiento Izquierda Unida (MIU) analizó la crisis que afecta a la
administración de Barack Obama en Estados Unidos, en el marco de los aprestos
para la puesta en ejecución de la reforma sanitaria y asegura que no le
sorprende que es el producto del sector más conservador de la sociedad
norteamericana.
A continuación Texto Íntegro de la posición
que al respecto sustenta la organización que lidera Miguel Mejía:
GOBIERNO
OBAMA: ¿QUIEBRA ECONÓMICA O QUIEBRA POLÍTICA?
Casi un millón de trabajadores públicos
norteamericanos ha sido afectado por el cierre parcial que sufre la
administración de Barack Obama, una especie de castigo cruel de sus opositores
ante su decisión de poner en vigor, de inmediato, un seguro médico en el marco
de la reforma sanitaria que impulsa y que beneficiaría a otros 30 millones de
ciudadanos norteamericanos, el 15 % de la población más desfavorecida.
No debe causar a nadie asombro que así reaccione
el sector más conservador de la sociedad
norteamericana, formado por voraces privilegiados que no están dispuestos a
perder un solo dólar de sus fabulosas ganancias, aún cuando esto implique
aportar salud, tranquilidad y dignidad a millones de sus conciudadanos. En el
fondo, se trata de una precisa lección de cómo funciona una sociedad dividida
en clases, donde la propiedad privada y el lucro está por encima de cualquier
otra consideración. Una rotunda lección de Economía Política, sin necesidad de
desempolvar las obras de Marx y Engels.
Porque los Estados Unidos, esa sociedad que se
reputa como la más perfecta y humana del mundo; que sermonea constantemente al
resto del Universo proclamando sus supuestas bondades, está asistiendo al
escándalo de ver a su Presidente castigado y vapuleado, como si fuese un
insignificante pelele, por la osadía de intentar acometer tímidas reformas de
beneficio social, aún cuidando de no violar el sacrosanto orden asentado sobre
la propiedad privada y el lucro que tiene
en la Salud Pública
una fuente inagotable de dinero, a expensas de los sufrimientos de los seres
humanos.
Los representantes republicanos en el Congreso
lograron bloquear la aprobación del nuevo presupuesto para el año fiscal que,
en ese país, comienza a partir del 1 de octubre, dejando al Gobierno
semiparalizado, viéndose obligado a cerrar las puertas de numerosas entidades
culturales, educativas y ecológicas, como museos y parques nacionales, esas
que, precisamente, no suelen visitar esa casta de plutócratas.
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