El mayor general retirado del Ejército Nacional,José Ignacio Holguín Balaguer, sobrino del extinto Presidente de la República, Joaquín Balaguer, denuncio que el hecho de haberse separado y solicitarle
el divorcio a su ex esposa María Elena O Rourke Acosta, le ha acarreado una
serie de problemas, hasta temer por su integridad física.
Dijo que tras la separación
decidieron que ella se quedara con la administración del Colegio Villas del Mar
Internacional School, S.A. sociedad comercial en la cual ambos son accionistas
mayoritarios, pero que al enterarse de la expedición de cheques millonarios sin
concepto a favor de esta y una secretaria, le exigió una rendición de cuentas,
por lo que surgieron los problemas.
“Solicité los documentos originales de la compañía en una reunión en julio del año pasado en una oficina de abogados con la presencia de mi abogado, doctor Jesús Pérez de la Cruz y el de la señora Rourke, el doctor Marino Elsevif, comprometiéndose a entregar los documentos en la semana siguiente, y para sorpresa nuestra, de mis abogados y familiares, no cumplió, pero sí hizo una denuncia de violación de género plagada de mentiras que hemos podido rechazar con pruebas documentales”, precisó.
“Solicité los documentos originales de la compañía en una reunión en julio del año pasado en una oficina de abogados con la presencia de mi abogado, doctor Jesús Pérez de la Cruz y el de la señora Rourke, el doctor Marino Elsevif, comprometiéndose a entregar los documentos en la semana siguiente, y para sorpresa nuestra, de mis abogados y familiares, no cumplió, pero sí hizo una denuncia de violación de género plagada de mentiras que hemos podido rechazar con pruebas documentales”, precisó.
“Fui el fundador y primer director del Instituto
Militar de los Derechos Humanos y nunca he sido ni seré violento, respeto la
dignidad humana (Estos derechos se
encuentran consagrados en: El derecho internacional
desde el Estatuto del Tribunal Militar de Nuremberg de 1945; Los Convenios de
Ginebra de 1949 relativos a los conflictos armados
(protocolo II,
artículo 4) y La Declaración Universal de Derechos
Humanos de 1948
(artículo 5), que implican, que nadie debe
ser lesionado o agredido físicamente, ni ser víctima de danos mentales o
morales que le impidan conservar su estabilidad psicológica), han tratado de escudarse en una
falsa acusación de violencia intrafamiliar, de la cual no han presentado
ninguna prueba para avalar su acusación, por lo que temo por mi vida, ya que se ha armado
un complot para dañar mi prestigio militar y familiar”, expreso.
Agrego que a partir de
ese momento apoderó al Tribunal Civil y Comercial de San Pedro de Macorís de
una demanda de rendición de cuentas y en referimiento para la entrega de los
documentos originales sobre los inmuebles de la compañía. Lo que está siendo
ventilado en el tribunal apoderado.
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