El doctor Julio Cury abogó por la creación de un órgano que fiscalice
el desempeño del Tribunal Superior Electoral, al asegurar que sus miembros no
están sujetos a ningún régimen disciplinario que determine si ellos están
cumpliendo eficiente y honradamente con sus deberes.
Explicó
que mientras los jueces del orden judicial se encuentran sometidos a una
“cerrada vigilancia” por parte del Consejo del Poder Judicial, los del TSE pueden
darse el lujo, sin que puedan ser juzgados ni aplicárseles sanciones, de “dejar
de asistir al tribunal, interpretar la ley al margen de toda lógica y
razonabilidad, y hasta de no motivar debidamente sus decisiones, que es lo que
garantiza la imparcialidad de todo fallo”.
Sostuvo
que el Consejo del Poder Judicial, al cual la Ley 28-11 le transfirió las funciones
disciplinarias que la Ley
327-98 le reconocía a la
Suprema Corte, verifica “permanentemente” si los jueces
cumplen de manera correcta con sus responsabilidades, o por el contrario, si
descuidan su rendimiento y calidad de trabajo o incurren en cualquier otra
causa de sanción disciplinaria.
“No
existe autoridad sancionadora sobre el TSE; apenas el artículo 83 de la Constitución
contempla el juicio político por la comisión de faltas graves, lo que además de
no constituir un control disciplinario, se trata de un procedimiento
extremadamente difícil de instruir, pues requiere las dos terceras partes de la
matrícula de ambas cámaras legislativas para acusar y declarar la
culpabilidad”, manifestó.
Expresó
que el TSE ha dictado decisiones carentes de toda fundamentación, lo que en su
opinión no se justifica en un Estado Constitucional de Derecho. Agregó que la Ley 29-11 debe modificarse
porque le confiere atribución al TSE para decidir asuntos en instancia única.
“La importancia del control de la casación radica precisamente en certificar la
legalidad del fallo atacado y si se encuentra debidamente motivado, y en vista
de las deplorables decisiones que ha venido dictando el TSE, susceptibles de
aparejar sanciones disciplinarias, es necesario abrir la vía recursiva de la
casación para evitar más arbitrariedades”, declaró.
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