La muerte de un niño de ocho años a causa de un disparo que les
hizo un cabo de la Policía a conmocionado a los residentes en la comunidad
donde residía la víctima, en Puerto Plata.
Se relata que los carritos con los que jugaba Rafier de la Rosa
Cabrera quedaron entre el charco de sangre. Un disparo hecho por un
policía puso fin a su alegría.La noticia ha conmovido a los residentes en la
comunidad San Marcos, donde vivía Rafier, quien cursaba el tercer año de
primaria.
Familiares y amigos de sus padres piden un castigo ejemplar paraa
el agente policial Starling Martínez Báez, de quien se dijo que se presentó en
estado de embriaguez a la casa de Martha Cabrera, madre del niño, y allí
amenazó con darle un tiro a Damaris Vega, pariente de la víctima.
El agente fue cancelado y sometido a la justicia por la Jefatura
de la Policía que lamentó la tragedia.
Al ver que Damaris entró a la vivienda comenzó a disparar y una de las balas se
alojó en la cabeza de Rafier, quien jugaba en la galería. La fiscal de Puerto
Plata, Alba Núñez, informó que solicitó un año de prisión preventiva contra el
agente, debido a la gravedad del hecho. Dijo que aunque la familia no había
presentado querella formal, por tratarse de un hecho de orden público el caso
fue asumido de inmediato. A la madre del pequeño Rafier no le salían las
palabras para gritar de impotencia, por la forma en que perdió a su hijo.
Mientras la Jefatura de la Policía separó de sus filas al agente y lo sometió a
la justicia.
En otro hecho, continúa en estado delicado una niña de 11 años, herida con un
cuchillo por su hermano de 12, mientras sostenían una riña en el municipio de
Esperanza, en la provincia Valverde. La menor fue ingresada la tarde del
miércoles en el hospital infantil Arturo Grullón de Santiago.
Recientemente
lo hicieron cabo (al victimario) y desde ahí se envalentonó más para cometer
sus tropelías”, se asegura.
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