La región
crecerá 3,0% en 2012, en consonancia con la aguda desaceleración del
crecimiento en el mundo ·Una menor desigualdad
en el ingreso, bajo desempleo y salarios reales más estables, aspectos clave de
la nueva cara de ALC
WASHINGTON, 3 de octubre de
2012 — Este año la región de
América Latina y el Caribe (ALC) crecerá 3,0 por ciento, en consonancia con la
tendencia mundial. Sin embargo, incluso después que el Producto Interno Bruto
(PIB) comenzara a desacelerarse, la tasa de desempleo en la región se ubicó en
6,5 por ciento el año pasado, cerca de los mínimos históricos y muy por debajo
del máximo de 11 por ciento alcanzado hace una década, de acuerdo al último
informe semestral, El papel del mercado laboral en la transformación de
América Latina, publicado por la Oficina del Economista Jefe del Banco
Mundial para la región.
El informe complementa, a
nivel regional, el recientemente publicado Informe
sobre Desarrollo Mundial: Empleos del Banco Mundial.
Las más recientes
proyecciones de consenso prevén que el PIB latinoamericano crecerá entre 3,8 y
4 por ciento en 2013, luego de expandirse 6 por ciento en 2010 y 4 por ciento
en 2011. Esta nueva fase refleja una desaceleración significativa en dos de las
economías más grandes de la región. Se espera que Argentina y Brasil crezcan 2
por ciento o menos en 2012.
Aun así, muchos países de
la región apuntan a crecer por encima del promedio regional, incluidos Bolivia,
Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México (cuya recuperación fue a la zaga
de los demás en ALC pero ahora cobra impulso), República Dominicana, Uruguay y
Venezuela. En 2012, Panamá y Perú tendrán
el mejor desempeño de la región, con tasas cuasi asiáticas de 8 y 6 por ciento,
respectivamente.
“Detrás de la
desaceleración regional subyacen factores mundiales e internos. Por un lado se
observa una menor actividad económica en importantes polos de crecimiento como
Europa y China, que impacta de forma negativa en la demanda de las
exportaciones de ALC. Por el otro, muchos países de ingreso medio parecen
haberse expandido a su máximo potencial durante 2010-2011”, dijo el Economista Jefe del Banco Mundial para
la región, Augusto de la Torre. “Para poder avanzar y mantener un nivel
de crecimiento elevado, los países de América Latina deben solucionar su baja
productividad”.
El informe también analiza
el importsnte papel de los mercados laborales en la transformación de la región
durante la década pasada. Entre sus hallazgos más importantes se encuentra la
creación de más de 35 millones de puestos de trabajo adicionales en la década
de 2000. Asimismo, la históricamente elevada informalidad disminuyó en siete de
los nueve países donde puede ser medida de manera consistente a través del
tiempo.
Aún más significativo es el
hecho que los salarios tuvieron un papel fundamental en los avances sin
precedentes en términos de reducción de la desigualdad de ingreso. Esta disminución representó una caída de
cuatro puntos en el coeficiente de Gini (un índice compuesto que mide la
desigualdad) del ingreso laboral, en marcado contraste con la creciente
desigualdad salarial y de ingreso en los países ricos.El informe subraya tres
cambios importantes en la fuerza laboral latinoamericana que tuvieron lugar en
las últimas décadas:
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