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CABEZA FERNÁNDEZ SERÁ HONRADO COMO INMORTAL EN SU NATAL SAN PEDRO DE MACORÍS; SERÁ EXALTADO JUNTO A NUEVE PERSONALIDADES DEL DEPORTE PROVINCIAL


SAN PEDRO DE MACORIS. El Salón de la Fama de los Deportistas Petromacorisanos albergará a uno de los más notables y consagrados peloteros que la “Sultana del Este” y la República Dominicana han exportado al béisbol de las Ligas Mayores.
Su posición de torpedero lo delata de inmediato. Es Tony Fernández, el popular “Cabeza” que terminó su carrera de 19 temporadas con 2276 imparables y un extraordinario porcentaje de fildeo de .980. Tony completa y encabezará el nutrido grupo de ex atletas y propulsores que serán elevados a la inmortalidad del deporte provincial el domingo 11 de septiembre.
“Tony ha sido la última elección del Comité Permanente del Salón de la Fama de los Deportistas Petromacorisanos,” anunció hoy su presidente, el ingeniero Juan Eric Yermenos. Tony es considerado uno los campcortos con las más grandes habilidades defensivas que ha pisado un diamente de liga mayor. Ganó cuatro guantes de oro entre 1986 y 1989.

Dijo que Fernández, al igual que otras nueve personalidades del deporte provincial, será exaltado en el III Ceremonial programado para el día 11 de este mes a celebrarse en el Salón San Pedro del Hotel Macoríx, a partir de las 11:00 de la mañana. El acto contará con el patrocinio del Ministerio de Deportes y de su ministro Felipe Payano.

Eric Yermenos recordó que también serán elevados al templo del deporte local los ex peloteros profesionales Rufino Linares y Tetelo Vargas, los ex selecciones nacionales de béisbol Fidel Mejía y Néstor Ramírez, Dania Santos y Danila Polanco, otroras estrellas de las selecciones nacionales de baloncesto y voleibol, respectivamente.

Sostuvo que también el Comité Permanente del Salón de la Fama de San Pedro de Macorís inmortalizará a José Hazim Azar, Luis Emilio Castillo Mejía y Rolando Ramírez (Gete-Gete), estos últimos en calidad de propulsores. Tetelo, Rufino y Hazim Azar recibirán la exaltación de manera póstuma.

Trayectoria de Cabeza

Tony Fernández es considerado uno de los más grandes torpederos que han jugado en las Grandes Ligas. Estableció un récord de fildeo con un porcentaje de .992 en la temporada de 1989. Octavio Antonio Fernández Castro nació el 30 de junio de 1962.

Fernández fue descubierto por el famoso scout dominicano de los Azulejos de Toronto Epy Guerrero. Ascendió a las Mayores en 1983 y dos años después ya era el sior titular del equipo con sede en Canadá. Fue líder en juegos jugados y turnos agotados en 1986 con 163 y 687, y tercero en imparables con 213. En el 90 lideró el circuito con 17 triples.

Ese mismo año (85) contribuyó de manera significativa para que los Azulejos ganaran su primer título divisional. Fernández siguió siendo la estrella de los Azulejos hasta antes de la temporada del 91 cuando fue traspasado a los Padres en un importante acuerdo que también envió a la otra estrella Fred McGriff a San Diego, por el hoy inmortal de Cooperstown Roberto Alomar y Joe Carter.

Fernández jugó bien para San Diego por dos años y luego comenzó la temporada

de 1993 con los Mets de Nueva York, y tras un comienzo decepcionante fue transferido a los Azulejos. Jugó muy bien el resto de la temporada y fue un instrumento clave para que la escuadra canadiense ganara la Serie Mundial, en la que Cabeza remolcó nueve carreras, estableciendo récord para torpederos. En 1997 participó de nuevo en la Serie Mundial con los Indios de Cleveland y bateó un jonrón decisivo contra los Orioles de Baltimore para definir el representante de la Liga Americana en el Clásico de Otoño.
En 1998, se reincorporó a los Azulejos y revitalizó su bateo con promedio sobre .300 en dos temporadas. En el 2000, Fernández jugó para los Seibu Lions en Japón antes de regresar a las Grandes Ligas al año siguiente. Cuando volvió en 2001, jugó brevemente para los Cerveceros de Milwaukee, pero regresó a Toronto a finales de la temporada, para luego retirarse definitivamente.

También fue seleccionado a cinco Juegos de Estrellas y al final de su carrera reunió grandes números ofensivos para un jugador de su posición. Terminó con un promedio de bateo de .288 en 2158 partidos jugados, y bateó .327 en postemporada. Tuvo cinco campañas de .300 de promedio.

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