La Iglesia Católica externó ese lunes su preocupación por el estado de inseguridad ciudadana, la corrupción administrativa, el aumento de la violencia intrafamiliar y el auge del narcotráfico, que carcome las bases de las instituciones en la República Dominicana.
La cúpula de la Iglesia plantea su postura en el editorial del semanario Camino de su más reciente tirada, la cual comenzó a circular el domingo con los auspicios de la Conferencia del Episcopado Dominicano.
Los obispos del país califican como signos de muertes que se observan en el país, esos males que afligen a la población. Entiende, que muchos jóvenes deambulan por las calles sin esperanza, mientras el individualismo sepulta las iniciativas colectivas, ante la falta de visión para entender que la educación es la base del desarrollo.
La evaluada más sólida de las instituciones de la sociedad dominicana cuestiona, que la actividad política es un negocio y es puente para el tráfico de influencias en todos los niveles.
Agrega que “la humanidad transita caminos de sombra. Los vientos de guerra soplan en algunos puntos del planeta. Varios pueblos viven en tensiones permanentes. Se fomenta el armamentismo, mientras millones de seres humanos mueren de hambre”.
Los dignatarios católicos dicen estar convencidos que en la celebración del nacimiento de Jesús, existen razones para cambiar, para ser solidarios y mejores hacia el prójimo.
Como esperanza avizora, que pese a los males sociales, va surgiendo en diversos rincones de la patria y del mundo, la solidaridad para compartir el pan y la alegría con el más necesitado.
La evaluada más sólida de las instituciones de la sociedad dominicana cuestiona, que la actividad política es un negocio y es puente para el tráfico de influencias en todos los niveles.
Agrega que “la humanidad transita caminos de sombra. Los vientos de guerra soplan en algunos puntos del planeta. Varios pueblos viven en tensiones permanentes. Se fomenta el armamentismo, mientras millones de seres humanos mueren de hambre”.
Los dignatarios católicos dicen estar convencidos que en la celebración del nacimiento de Jesús, existen razones para cambiar, para ser solidarios y mejores hacia el prójimo.
Como esperanza avizora, que pese a los males sociales, va surgiendo en diversos rincones de la patria y del mundo, la solidaridad para compartir el pan y la alegría con el más necesitado.
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