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"AYÚDENME, AUXILIO" FUERON ÚLTIMAS PALABRAS MUJER MURIÓ JUNTO A SIETE HIJOS EN GUACHUPITA




Vecinos de la mujer que murió aplastada por un alud de tierra junto a sus siete hijos y una vecina narran los gritos desesperados de la mujer pidiendo auxilio.
“Ayúdenme, auxilio” fueron las últimas palabras de Marcelina Féliz , que murió la madrugada de este miércoles junto a sus hijos tras producirse un deslizamiento de tierra que arropó la vivienda donde dormían en el sector Guachupita de esta Capital.


Todos, junto a una vecina que también falleció, están siendo velados desde este mediodía en la funeraria municipal de Gualey.
Uno de los hijos de la Marcelina Feliz logró sobrevivir a la tragedia, pues se encontraba en casa de un primo al momento del accidente según explicó el padrastro de la señora, Bruno Espinal.
Espinal indicó que se presentó al lugar inmediatamente ocurrió el hecho, y vio que su hijastra “murió buscando la puerta para escapar de la casa”.
El rescatista Josué Castillo explica que trataban de sacar a las personas atrapadas bajo las piedras pero no lo lograron a tiempo porque eran muy grande.
Indicó que la madre de los niños, Marcelina Feliz, gritaba “ayúdenme, auxilio”, pero que el gas que escapó de un cilindro terminó de matarla.
Mientras que Miguel Ángel Feliz, uno de los sobrevivientes, narró cómo salió ileso luego de que su vivienda sucumbiera en el derrumbe.
Dijo que sintió que una piedra caía sobre él por lo que se atrincheró contra una pared “por temor a que me hiciera daño. Cuando ocurrió el derrique yo salté, las hojas de zinc me cayeron arriba, pero logré salir y salvarme”.
Entre lágrimas y nostalgia, Marino Borges, esposo de Feliz y padre de los dos hijos mas pequeños de ésta, dijo que no sabe cómo podrá sobrevivir ahora, pues no le queda ningún miembro de su familia.
Borges aclaró que estaba trabajando en la Corporación de Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), en el momento en que ocurrió el accidente, y que no pertenece a la Marina como se había dicho.
En la funeraria están dos de las abuelas de los niños a excepción de la madre de Marcelina Feliz, a quien sedaron desde tempranas horas de la mañana de hoy, según indicó su esposo Bruno Espinal.
Luego del hecho, los vecinos están atemorizados y dicen que inmediatamente desalojarán el lugar donde aún persiste el peligro de deslizamientos.

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